Nuevo proyecto: CONCRELIFE.

CEMENTOS CRUZ ha comenzado a desarrollar un nuevo sistema para la determinación de la vida útil de las estructuras de hormigón armado, en un proyecto financiado por CDTI.

La penetración de cloruros en el hormigón armado es la principal causa de corrosión de las armaduras. La expansión que se produce en los productos de corrosión (óxidos de hierro) puede inducir estrés mecánico que, a su vez, puede llevar a la formación de grietas.

Por tanto, es importante predecir el tiempo que los agentes agresivos necesitan hasta alcanzar las armaduras de hierro.

La durabilidad del hormigón armado es el resultado natural de la doble acción protectora que el hormigón ejerce sobre el acero: por una parte, el recubrimiento supone una barrera física, por otra, la elevada alcalinidad del hormigón desarrolla sobre el acero una capa pasivante que lo mantiene inalterado por tiempo indefinido.

Desde el punto de vista de las construcciones, la durabilidad es la aptitud de satisfacer adecuadamente y de forma segura las necesidades de los usuarios durante largo tiempo precisando un mínimo de mantenimiento y vigilancia. Esta definición liga el concepto de durabilidad a los de calidad y seguridad en la satisfacción de las necesidades, aspectos muy importantes cuando hablamos de edificios o de infraestructuras.

Con este proyecto, Cementos Cruz se marca el objetivo de mejorar la durabilidad de las estructuras de hormigón, a través de la estimación de la vida útil, consiguiendo así disminuir los costes de mantenimiento y hacerlas más sostenibles.

CEMENTOS CRUZ, en colaboración con HORMICRUZ y el grupo de investigación de Ciencia y Tecnología Avanzada de la Construcción (CTAC) de la Escuela de Arquitectura e Ingeniería de Edificación de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ha finalizado el proyecto de desarrollo de un hormigón estructural ligero, con un 30% menos de densidad, frente a los convencionales, y con altas resistencias.

Para lograr desarrollar este producto se estudió y evaluó la posibilidad de emplear residuos industriales (plástico o papel) y nanomoléculas de sílice, para la fabricación de hormigones ultraligeros, de manera que se cumpla con los estándares de resistencia y durabilidad requeridos en la normativa asociada a este tipo de productos.

Finalmente, se utilizaron como áridos ligeros diferentes residuos como plásticos de invernadero, residuos de corcho de la industria de envasado o neumáticos triturados.

El hormigón ligero es “ideal”, según los responsables de la investigación, para zonas sísmicas por la reducción de inercias y sobrecargas que pueden dañar los edificios en los terremotos, por su alta impermeabilidad.

El proyecto de investigación surgió de la problemática ambiental que se deriva de la producción, almacenamiento y generación en grandes cantidades diarias de residuos industriales.

Las 3 fases de la investigación

Durante la investigación se siguieron diversas fases para profundizar en el conocimiento y puesta en práctica en laboratorio e implantación industrial de hormigones de altas resistencias y ligeros para uso estructural, a la vez que más respetuosos con el medio ambiente.

Para ello, se diseñó y planificó una amplia campaña basada en tres ejes principales.

El primer eje consistió en sustituir parte del cemento por adiciones activas, la mayoría de ellas obtenidas como residuos de otros procesos industriales, para reducir la cantidad de clínker, el principal componente del cemento, utilizado en los hormigones reciclados de altas resistencias.

Por otro lado, el segundo eje pretendió reemplazar parte de los áridos calizos naturales extraídos de canteras artificiales por áridos reciclados ligeros obtenidos como reciclado de otros procesos industriales. Este segundo eje, además de las implicaciones medioambientales directas que produce, reduce significativamente la densidad de los hormigones.

Con ello, las futuras estructuras de hormigón reducen sus cargas o peso propio con implicaciones muy positivas en el ahorro económico y de materiales por el hecho de precisar, entre otros, de menos refuerzos de acero. Además, la reducción del peso propio de las estructuras reduce las cargas e inercias que se generan en los terremotos, lo que beneficia a la vida útil de las estructuras y permite utilizar menos refuerzos de acero.

Finalmente, el tercer eje consistió en la combinación de los conocimientos adquiridos anteriormente y optimizar los beneficios que cada sustitución aporta a los hormigones finales.

CEMENTOS CRUZ se encuentra inmersa en el desarrollo de un nuevo hormigón tecnológicamente avanzado con capacidad de promover su propia reparación, sellando fisuras que puedan aparecer en él.

De este modo se podrán recuperar estructuras dañadas, algo especialmente importante en nuestro territorio, donde los pequeños movimientos sísmicos dañan poco a poco las construcciones de hormigón, sin que se tomen medidas de reparación. Este daño, aunque pequeño, se acumula en el tiempo y puede dar lugar a consecuencias catastróficas, tanto desde el punto de vista humano como económico. A esto se une la disminución en el coste de las reparaciones de elementos dañados por otras causas.

Se está investigando el empleo de compuestos que generan materiales poliméricos dentro de las microfisuras, actuando como relleno y cosido de las mismas. Esto permite mejorar notablemente la vida útil del hormigón, reduciendo por otro lado su impacto ambiental (huella de carbono).

Se trata de que el hormigón recupere parte de la capacidad estructural (sobre todo resistencias mecánicas) que se ha perdido al producirse las microfisuras, incrementando, por tanto, la vida útil de los edificios o instalaciones, aumentando su resistencia y seguridad estructural a largo plazo tras recuperar una zona dañada por fisuras ocasionadas por movimientos sísmicos, descalce o cualquier otro motivo.

CEMENTOS CRUZ se encuentra inmersa en la realización de un proyecto de Investigación y Desarrollo denominado “Reducción de la contaminación en el medio urbano a través de materiales reactivos y nanomateriales”. El proyecto está financiado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y cuenta con la colaboración del Centro Tecnológico de la Construcción de la Región de Murcia.

Dicho proyecto consiste en el desarrollo de nuevos hormigones y materiales cementantes capaces de reducir las concentraciones de óxidos de nitrógeno en el medio ambiente. La polución atmosférica por los óxidos de nitrógenos afecta a la salud de millones de personas en las grandes áreas urbanas. Con este proyecto se conseguirá la reducción de estos contaminantes y con ello una mejora en la salud de las personas y en el entorno.

El hormigón es el material más empleado actualmente en el sector de la construcción, su uso se extiende tanto en construcción de edificios como en obra civil, de aquí la importancia de actuar sobre el hormigón, aportándole la capacidad de mejorar la calidad del aire. Siendo este un campo prometedor para el sector de la construcción y en especial para Cementos Cruz.

El objetivo general que se pretende conseguir con la elaboración de este proyecto es investigar y desarrollar uno o varios tipos de hormigones con elevada capacidad descontaminante.

CEMENTOS CRUZ lidera el proyecto de Investigación y Desarrollo denominado “Diseño de un nuevo mortero compresible para TBM de escudo”, en consorcio con COMSA S.A. y CONTROL y ESTUDIOS S.L.
El proyecto ha sido financiado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, cofinanciado con Fondos Estructurales de la Unión Europea y apoyado por el Ministerio de Economía y Competitividad a través de la convocatoria Feder Innterconecta 2015.
El objetivo general del proyecto es la creación de un nuevo mortero compresible diseñado para ser inyectado en el hueco anular que queda entre el terreno excavado y las dovelas de hormigón prefabricado que cumplen la misión de sostener el túnel cuando se ejecuta una excavación mediante TBM de Escudo. La función de dicho mortero es permitir que el terreno experimente una cierta convergencia o deformación controlada, de forma que las tensiones finalmente transmitidas al sostenimiento disminuyan y sean compatibles con la capacidad resistente del mismo.
El mercado identificado como principal serían los grandes proyectos mineros que se están desarrollando actualmente, especialmente en Chile, junto a otros muchos desarrollos de infraestructuras de diferente tipología (hidroeléctricas, autopistas urbanas,…).

 

Recientemente ha sido aprobada la nueva Instrucción para la recepción de cementos (RC-16) que tiene por objeto establecer las prescripciones técnicas generales que deben satisfacer los cementos, así como regular su recepción con el fin de que los productos de construcción en cuya composición se incluya cemento permitan que las obras de construcción en que se empleen satisfagan los requisitos esenciales exigibles.
Su ámbito de aplicación se extiende a la recepción de cementos en las obras de construcción, en las centrales de fabricación de hormigón y en cualesquiera otras instalaciones, como en aquéllas en las que se fabriquen productos de construcción en los que en su composición se emplee cemento.
Cementos Cruz  ha adecuado sus procedimientos a las exigencias de la nueva Instrucción, con el objetivo constante de ofrecer a sus clientes la máxima calidad, adaptándose ágilmente a los cambios de normativa que se producen en el sector.

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